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Revelacion

Aumentar tamaño del texto Disminuir tamaño del texto Partir el texto en columnas 06-12-2005
Entrevista Robert Fisk, uno de los más conocidos corresponsales de guerra británicos
"Los medios deberían decirle a sus lectores y televidentes que en Iraq están confinados en sus hoteles y que no salen ni hacen reportajes en las calles"

BBC

Como autor o como corresponsal para Medio Oriente del diario británico The Independent, el estilo apasionado -algunos dirán controvertido- de sus reportajes le han generado tanto elogios como críticas.

Ganó el premio periodista británico internacional del año en siete oportunidades y ha informado sobre Medio Oriente en los últimos 30 años.

La BBC dialogó con Fisk sobre Irak, la cobertura de conflictos y sus encuentros con Osama Bin Laden durante la gira promocional de su último libro: "La gran guerra por la civilización - la conquista de Medio Oriente".

Usted ha dicho que su próxima visita a Irak puede ser la última, ¿por qué?


Irak se ha vuelto tan peligroso para los periodistas que mis colegas y yo nos preguntamos si el riesgo vale la cobertura.

Pero quizá vuelva.

Nunca estuve en una cobertura tan peligrosa como la de Irak y desde el punto de vista personal, creo que hemos llegado a un punto en el tema en el que nuestro acceso a fuentes reales -no estadounidenses o británicas ni del gobierno iraquí, sino gente común- es tan restringido que apenas podemos hacer nuestro trabajo.

¿Qué deberían hacer los medios de comunicación en Irak? Usted ha criticado el "reportaje desde el hotel".

Lo primero que deberían hacer es decirle a sus lectores o televidentes que están confinados en sus hoteles y que no salen de los mismos ni hacen reportajes en las calles.

Al colocar "desde Bagdad" en sus historias dan la impresión de que pueden verificar información, y eso no es así.

Por ejemplo, cuando los estadounidenses dicen que mataron 142 "terroristas" en Tal Afar, la impresión que se da es que se puede confirmar tal información, pero en realidad no es así, porque no se puede ir a Tal Afar.

La realidad es que los periodistas en Bagdad son una caja de resonancia para los portavoces oficiales y los generales. No está mal hacerlo, pero hay que decirle a los clientes las circunstancias en que se hace.

¿Cree usted que si se aprueba una Constitución a través del próximo referendo cederá la violencia?

No. La mayoría de los iraquíes sólo trata de sobrevivir. No tiene electricidad y muy poco dinero para comprar combustible. Está desesperada por proteger a sus familias, que no sean secuestrados por dinero.

Los iraquíes están asustados por los ataques suicidas, que a veces se dan a un ritmo de cinco o seis por día.

Irak se encuentra en un estado de anarquía total, desde Mosul en el norte hasta Basora en el sur.

Hay insurgentes armados que circulan por las calles de Bagdad a menos de un kilómetro de la llamada Zona Verde, donde se encuentran las embajadas de Estados Unidos y el Reino Unido.

El proyecto estadounidense en Irak está totalmente muerto.

Cuando uno está allí se da cuenta de ello, pero cuando sale de esa burbuja de anarquía y mira televisión en EE.UU. o el Reino Unido se puede convencer de que todo está bien.

No está bien, es un desastre.

¿Puede hablarnos de sus impresiones de Osama Bin Laden, tras reunirse con él?


Es un hombre de una convicción feroz, que se ha vuelto más y más vanidoso con el paso de los años. Pero también es una persona que piensa antes de hablar.

Bin Laden se recostaba y se limpiaba los dientes con trozo de madera en tanto pensaba durante un minuto en qué respuesta dar.

Sus intereses han cambiado con el correr de los años.

Cuando lo encontré la primera vez, en 1993, estaba obsesionado con la victoria que habían obtenido, sus muyaidines y él, sobre los rusos en Afganistán. En 1996 estaba obsesionado con lo que él llamaba la corrupción en la familia real saudita.

En 1997 estaba obsesionado con la presencia estadounidense en el mundo árabe. Esa era probablemente su obsesión el 11 de septiembre de 2001, pero no he vuelto a verlo.

Era un hombre muy confiado y consciente, con un deseo feroz de participar en un califato islámico, con leyes coránicas y creo que con pocos derechos para la mujer.

¿Percibió usted en el último encuentro que su organización era capaz de llevar a cabo los ataques del 11-S?

No. Pero sí dijo que rezaba cada día para que Dios permitiera a al-Qaeda convertir a EE.UU. en una sombra de sí mismo.

Entonces pensé que era sólo retórica, pero cuando vi las imágenes casi bíblicas del 11 de septiembre, sí pensé que Nueva York era una sombra de sí misma.

En su último libro señala que Bin Laden intentó reclutarle, pero lo rechazó. ¿Qué buscaba?

No tengo idea. Fue durante el tercer encuentro. Al llegar a su tienda vino hacia mi con una amplia sonrisa que no me gustó y me dijo: "Uno de nuestros hermanos soñó que usted llegaría montado en un caballo, vestido como un imán, con un turbante - quiere decir que usted es un verdadero musulmán".

Sentí enseguida que intentaba reclutarme y que así lo deseaba porque yo era un periodista justo al que sería factible pasarlo a su lado.

Estaba horrorizado por esto y me puse a pensar la mejor respuesta posible, después de todo estaba rodeado de sus hombres.

Le dije: "Yo no soy musulmán. Soy un periodista y mi trabajo es decir la verdad".

El se dio cuenta que lo rechazaba y respondió: "Pero eso es lo mismo que ser un buen musulmán".

Respiré aliviado.

¿Cuál es la naturaleza de conflicto entre occidente y el mundo árabe? ¿Es un choque de civilizaciones o estamos exagerando el sustento real de un reducido número de extremistas?

Nunca percibí eso del "choque de civilizaciones". Creo que es un mito.

Vivo en el mundo musulmán entre musulmanes. Mi arrendador es musulmán, mi verdulero es un musulmán, pienso que esa idea es equivocada.

Uno de los temas en sus reflexiones sobre Medio Oriente parece ser la naturaleza cíclica de la historia y sobre cómo los líderes políticos repiten los errores de sus predecesores. ¿Puede explayarse sobre esto?

Mi libro se llama "La gran guerra por la civilización", esa inscripción se encuentra en el reverso de la medalla otorgada a mi padre durante la primera guerra mundial.

Después de ese conflicto, británicos y franceses crearon las fronteras de Irlanda del Norte, Yugoslavia y Medio Oriente.

Me he pasado toda mi carrera profesional viendo como la gente dentro de esas fronteras se inmolaba.

En mi opinión todo se trata de vincular la historia con el presente.

Irónicamente, Bin Laden también hace eso, habla de la declaración Balfour (sobre la creación del Estado de Israel), el acuerdo Sykes-Picot (por el cual Reino Unido y Francia se dividieron Medio Oriente) y la pérdida de Andalucía en el siglo XV.

Parece que la historia nos persigue y quizá debiéramos llevar un libro de historia siempre con nosotros.

¿Cree usted que internet y los blogs cambiarán la forma en que se reporta un conflicto?

No tengo idea. No utilizo internet, tampoco el correo electrónico, no tengo idea.

¿Por qué eligió ser un corresponsal?

A los 12 años miré la película de Alfred Hitchcock, Corresponsal Extranjero, en la que un reportero llamado Humphrey Haverstock viaja a Europa a cubrir el estallido de la segunda guerra mundial.

Es testigo de un asesinato, persigue espías, elude los disparos de un buque de guerra alemán, envía una primicia y enamora a la mujer más atractiva del filme - pensé que esa vida era muy buena.

No resultó ser tan así para mí en Medio Oriente. Ni tantas aventuras ni romance.

Se transformó en un caso de reportar sobre injusticias, tortura, dictadores y las guerras que han plagado la región.

Usted siempre toma partido en sus reportajes, algo que muchos corresponsales aseguran que no hacen.

Si se cree que las víctimas deben tener más espacio que las personas que cometen atrocidades, entonces sí, tomo una posición.

Pienso que si los reporteros no hacen eso es porque están locos.

Si uno está cubriendo la liberación de los campos de exterminio al final de la segunda guerra mundial, ¿daría el mismo espacio a la SS? No - uno hablaría con las víctimas.

Igualmente, cuando informaba sobre los ataques suicidas palestinos en Jerusalén en 2001, donde murieron 22 israelíes, más de la mitad niños - me centré en la atrocidad que tuvo lugar. No otorgué el mismo espacio al portavoz de Hamas.

Esta idea de que uno tiene que balancear la nota y hablar por igual con oprimidos y opresores es ridícula.

Si uno es un panadero o un conductor de autobús y ve algo terrible, uno se sentirá enojado por ello.

Yo, como periodista, también tengo el derecho a enojarme y hablar de ello con furia - eso es lo que hago.


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Ejército norteamericano paga clandestinamente para que publiquen historias en la prensa iraquí

Mark Mazzetti y Borzou Daragahi
Como parte de una ofensiva de información en Irak, el ejército norteamericano está pagándole a diarios iraquíes para que publiquen artículos escritos por tropas norteamericanas en un esfuerzo por bruñir la imagen de la misión de EEUU en Irak.

Los artículos escritos por las tropas de “operaciones de información”, son traducidos al árabe e impresos en periódicos de Bagdad con la ayuda de un contratista del departamento de Defensa, según oficiales del ejército de EEUU y documentos obtenidos por el Los Angeles Times.

Muchos de los artículos son presentados a la prensa iraquí como recuentos de noticias imparciales escritos y obtenidos por periodistas independientes. Las historias proclaman a los cuatro vientos la labor del ejército de EEUU y las tropas iraquíes, denunciando la insurgencia y realzando los esfuerzos liderados por EEUU en la reconstrucción del país.

Aunque los artículos son básicamente reales, presentan solo un lado de los hechos y omiten la información que podría reflejar mal a los gobiernos de EEUU e Irak, dijeron oficiales. Archivos y entrevistas indican que los EEUU le han pagado a periódicos iraquíes para que impriman docenas de tales artículos, con titulares como “Los iraquíes insisten en vivir a pesar del terrorismo,” desde que comenzó a principios de años.

La operación está diseñada para enmascarar cualquier contacto que pueda haber con el ejercito de EEUU. El Pentágono tiene un contrato con una pequeña firma en Washington llamada Lincoln Group, que ayuda en la traducción y ubicación de los artículos. El equipo del Lincoln Group, o aquellos que ellos contratan a veces se hacen pasar por periodistas independientes o ejecutivos de publicidad cuando entregan los artículos a los medios en Bagdad.

Los esfuerzos del ejército de diseminar la propaganda en los medios iraquíes se lleva a cabo a la vez que funcionarios de EEUU están jurando promover los principios democráticos, transparencia política y libertad de prensa en un país que emerge de décadas de dictadura y corrupción.

Sucede cuando el Departamento de Estado está entrenando a periodistas iraquíes en las habilidades básicas del periodismo y la ética occidental de los medios, incluyendo un taller llamado “El papel de la prensa en una sociedad democrática.” Los estándares varían mucho en los periódicos iraquíes, muchos de los cuales son operaciones elementales.

Subrayando la importancia que los funcionarios de EEUU le dan al desarrollo de los medios al estilo occidental, el Secretario de Defensa, Donald H. Rumsfeld, el martes citó la proliferación de las organizaciones de noticias en Irak como uno de los grandes logros desde que salieron del Presidente Saddam Hussein. Los cientos de periódicos, estaciones de televisión, y otros “medios libres” ofrecen una válvula de escape para que el pueblo iraquí debata los temas de su naciente democracia, dijo Rumsfeld.

La campaña de operaciones de información de los militares ha despertado críticas de algunos militares principales en Irak y el Pentágono que plantean que los intentos de subvertir los medios noticiosos podría destruir la credibilidad del ejército de EEUU en otras naciones y con el publico de los EEUU.

“Estamos tratando de crear los principios de la democracia en Irak. Cada discurso es sobre democracia. Y estamos violando todos los principales principios de la democracia mientras lo hacemos,” dijo un oficial del Pentágono que se opone a la práctica de sembrar historias en los medios iraquíes.

El arreglo con el Lincoln Group es prueba de cuan lejos ha ido el Pentágono para enturbiar las fronteras tradicionales entre los asuntos públicos militares – la diseminación de información verídica a los medios – y las operaciones de información y psicológicas, que utilizan la propaganda y a veces información engañosa para avanzar los objetivos de una campaña militar.

La administración Bush ha sido objeto de críticas por distribuir videos y noticias en los EEUU sin identificar al gobierno federal como la fuente y por pagarles a periodistas norteamericanos a promover las políticas de la administración, hechos que la Oficina de Responsabilidad del Gobierno ha catalogado “propaganda incubierta.”

Oficiales militares familiarizados con el esfuerzo en Irak han dicho que mucho de esto se está dirigiendo desde “El Equipo de Operaciones de Información” en Bagdad, parte de un cuerpo multinacional comandado por el General del ejercito John R. Vines. Los oficiales hablaron bajo la condición de anonimato porque estaban criticando el hecho y no estaban autorizados para hablar públicamente sobre ello.

Un vocero para Vines, declinó en comentar para este artículo. Al igual que un vocero del Lincoln Group.

Uno de los oficiales dijeron que, como parte de la campaña de operaciones psicológicas que se había intensificado en este año, el equipo también había comprado un periódico iraquí y habían tomado el control de una estación de radio, y estaba utilizándolos para canalizar el mensaje norteamericano al pueblo de Irak. Ninguno de estos se identifica como la voz del ejercito.

El oficial no reveló cuales eran el periódico y la estación de radio bajo control norteamericano, diciendo que revelarlos pondría a sus empleados en riesgo de ataques de la insurgencia.

La ley de EEUU prohíbe que el ejército lleve a cabo operaciones psicológicas o introduzca propaganda a través de los medios norteamericanos. Y aun así, varios oficiales han dicho que dado la globalización de los medios a través del Internet y de los ciclos de 24 horas de noticias, los esfuerzos del Pentágono se estaban llevando a cabo con el conocimiento de que la prensa extranjera inevitablemente “sangra” dentro de los medios occidentales y ejercen influencia en los medios norteamericanos.

“Ya no hay forma de separar los medios extranjeros de los domésticos. Esas líneas definidas ya no existen,” dijo un contratista privado que hace operaciones de información para el Pentágono.

Daniel Kuehl, un experto en operaciones en la Universidad Nacional de Defensa en Ft. McNair en Washington, dijo que no creía que introducir artículos en los medios iraquíes era errado. Pero si cuestionó si la práctica ayudaría a revirar al público iraquí contra la insurgencia.

“No creo que haya nada malvado ni inmoral en ello,” dijo.”Solo me pregunto si será efectivo.”

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Traducción para Cubadebate: Isabel Perea.



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Abrir tu vida a Jesús

Resulta sencillo. Cualquiera puede hacerlo, hasta un niño. Basta con que aceptes a Jesús como tu salvador y mejor amigo. Él te ama y siempre te acompañará. Entregó su vida para que todo el que lo reciba disfrute de un mejor presente, ¡y además del Cielo por la eternidad!

¿Le darás una oportunidad? No tienes más que hacer esta pequeña oración:

Jesús, te ruego que entres en mi corazón. Perdóname todas mis faltas. Concédeme el regalo de la vida eterna. Ayúdame a amarte y a comunicar a los demás Tu amor y Tu verdad. Amén.

Las bombas de EEUU contra las televisiones incómodas de los países a los que invade

Pascual Serrano

El pasado 22 de noviembre el diario británico Daily Mirror publicó un documento secreto del gobierno británico en el que se decía que Bush le indicó a Blair en una cumbre en la Casa Blanca celebrada el 16 de abril de 2005, que quería bombardear la sede central de la cadena de televisión árabe Al Jazzera en Qatar. La reunión se produjo cuando las fuerzas estadounidenses en Iraq estaban preparando el asalto a la ciudad de Faluya.

Aunque el gobierno Bush ha calificado esa acusación de “estrafalaria e inconcebible” ha amenazado a los medios norteamericanos si publican el documento, debido a que fue revelado de manera ilegal por un funcionario por lo que quebrantarían la Ley de Secretos Oficiales. Lo que deja en evidencia su autenticidad, pues no se puede quebrantar esa ley publicando un documento falso.

Quizás ahora haya que volver a recordar que el ejército norteamericano ha tenido por norma bombardear sistemáticamente las emisoras de televisión non gratas en todas sus recientes invasiones.

Cuando las tropas norteamericanas entraron en Bagdad el 7 de abril de 2003 entre sus primeras acciones, además del derribo de la estatua de Sadam, estuvo la de disparar a las 7:45 un solo misil de precisión desde un caza contra el edificio de Al Jazzera en Bagdad asesinando al jefe de la oficina, Tareq Ayoub. No fue un disparo al azar: “El avión volaba tan bajo que creímos que iba a aterrizar en el techo”, le diría después el periodista de la televisión árabe, Taiseer Alouni, a su colega británico Robert Fisk. Tres días antes los responsables de la televisión habían proporcionado la ubicación exacta de su oficina a los estadounidenses.

También en su entrada a Bagdad, el mismo día del ataque con misil a Al Jazzera, un tanque norteamericano disparaba contra el hotel Palestina donde se alojaba toda la prensa extranjera acreditada provocando la muerte de los periodistas Jose Couso de Tele 5 y Taras Protsyuk, de la agencia Reuters.

El 7 de agosto de 2004, el gobierno iraquí, siguiendo las instrucciones del ejército ocupante norteamericano, ordenó el cierre de las oficinas de Al Jazzera en Bagdad y su expulsión del país.

El 12 noviembre del año 2001, el ejército norteamericano bombardeaba los locales del canal en Kabul, la capital de Afganistán, con la excusa de que habrían albergado a algunos miembros de Al-Qaeda. A pesar de las promesas hechas a Al-Jazzera, la administración norteamericana nunca ha abierto una investigación.

Un mes antes, el 3 de octubre de 2001, Colin Powell, Secretario de Estado norteamericano, se dirigió al Jeque Hamad bin Khalifa al-Thani, emir de Qatar y principal accionista del canal, para pedirle que interviniera a fin de que Al Jazzera modificara su cobertura de los acontecimientos.

La anterior invasión en la que participó Estados Unidos fue en Yugoslavia, en esa ocasión bajo la bandera de la OTAN. Allí, en Belgrado, el 23 de abril de 1999, el ejército norteamericano bombardeó la sede de la radiotelevisión de Serbia (Radiotelevizija Srbije, RTS), situada en el centro de la ciudad, causando la muerte de dieciséis empleados del canal.

Los socios de Estados Unidos tampoco se quedan cortos. El 19 de enero de 2001, el ejército israelí dinamitó el edificio de la televisión y la radio palestinas La Voz de Palestina, en Ramallah, en los territorios ocupados.

He conocido a los periodistas de Al Jazzera en varias ocasiones, en Iraq y en el Líbano. No he apreciado ni el más mínimo odio ni apología de la violencia en su trabajo. Me han parecido profesionales íntegros, obsesionados por recoger los testimonios de la gente, de los iraquíes en Bagdad o de los palestinos en los campos de refugiados en el Líbano, personas cuyo acceso a los medios occidentales les está vedado y que sólo pueden expresarse ante los micrófonos de esta cadena árabe.

La conclusión por tanto es clara, el gobierno norteamericano ha establecido como norma bombardear toda emisora de televisión incómoda en cada país donde llega tras su invasión: Yugoslavia, Afganistán, Iraq, y quien sabe cuál será el próximo objetivo. Su impunidad es absoluta, los gobiernos europeos apenas expresan su indignación con la boca pequeña. En América Latina una nueva televisión valiente hace pocos meses que ha nacido, Telesur. Creada por Venezuela, Brasil, Argentina, Cuba y Uruguay, ya ha dejado claro que va a apostar por un modelo de información enfrentado al pensamiento único promovido por las grandes emisoras norteamericanas. Del mismo modo que Hugo Chávez ha denunciado las intenciones de Estados Unidos de asesinarlo, los periodistas hemos de advertir sobre la amenaza hacia una televisión independiente que no responderá a los intereses de Bush. El tiempo demostrará si será el nuevo objetivo de los misiles norteamericanos. Por eso es importante señalar al criminal antes de que cometa su crimen.

www.pascualserrano.net



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