Como parte de una ofensiva de información
en Irak, el ejército norteamericano está pagándole a diarios iraquíes para que publiquen artículos escritos por tropas norteamericanas
en un esfuerzo por bruñir la imagen de la misión de EEUU en Irak.
Los artículos escritos por las tropas de “operaciones de información”, son traducidos
al árabe e impresos en periódicos de Bagdad con la ayuda de un contratista del departamento de Defensa, según oficiales del
ejército de EEUU y documentos obtenidos por el Los Angeles Times.
Muchos de los artículos son presentados a la prensa iraquí como recuentos de noticias imparciales escritos
y obtenidos por periodistas independientes. Las historias proclaman a los cuatro vientos la labor del ejército de EEUU y las
tropas iraquíes, denunciando la insurgencia y realzando los esfuerzos liderados por EEUU en la reconstrucción del país.
Aunque los artículos son básicamente reales, presentan solo un lado de los hechos y omiten la información
que podría reflejar mal a los gobiernos de EEUU e Irak, dijeron oficiales. Archivos y entrevistas indican que los EEUU le
han pagado a periódicos iraquíes para que impriman docenas de tales artículos, con titulares como “Los iraquíes insisten
en vivir a pesar del terrorismo,” desde que comenzó a principios de años.
La operación está diseñada para enmascarar cualquier contacto que pueda haber con el ejercito de EEUU.
El Pentágono tiene un contrato con una pequeña firma en Washington llamada Lincoln Group, que ayuda en la traducción y ubicación
de los artículos. El equipo del Lincoln Group, o aquellos que ellos contratan a veces se hacen pasar por periodistas independientes
o ejecutivos de publicidad cuando entregan los artículos a los medios en Bagdad.
Los esfuerzos del ejército de diseminar la propaganda en los medios iraquíes se lleva a cabo a la
vez que funcionarios de EEUU están jurando promover los principios democráticos, transparencia política y libertad de prensa
en un país que emerge de décadas de dictadura y corrupción.
Sucede cuando el Departamento de Estado está entrenando a periodistas iraquíes en las habilidades básicas
del periodismo y la ética occidental de los medios, incluyendo un taller llamado “El papel de la prensa en una sociedad
democrática.” Los estándares varían mucho en los periódicos iraquíes, muchos de los cuales son operaciones elementales.
Subrayando la importancia que los funcionarios de EEUU le dan al desarrollo de los medios al estilo occidental,
el Secretario de Defensa, Donald H. Rumsfeld, el martes citó la proliferación de las organizaciones de noticias en Irak como
uno de los grandes logros desde que salieron del Presidente Saddam Hussein. Los cientos de periódicos, estaciones de televisión,
y otros “medios libres” ofrecen una válvula de escape para que el pueblo iraquí debata los temas de su naciente
democracia, dijo Rumsfeld.
La campaña de operaciones de información de los militares ha despertado críticas de algunos militares principales
en Irak y el Pentágono que plantean que los intentos de subvertir los medios noticiosos podría destruir la credibilidad del
ejército de EEUU en otras naciones y con el publico de los EEUU.
“Estamos tratando de crear los principios de la democracia en Irak. Cada discurso es sobre democracia.
Y estamos violando todos los principales principios de la democracia mientras lo hacemos,” dijo un oficial del Pentágono
que se opone a la práctica de sembrar historias en los medios iraquíes.
El arreglo con el Lincoln Group es prueba de cuan lejos ha ido el Pentágono para enturbiar las fronteras
tradicionales entre los asuntos públicos militares – la diseminación de información verídica a los medios – y
las operaciones de información y psicológicas, que utilizan la propaganda y a veces información engañosa para avanzar los
objetivos de una campaña militar.
La administración Bush ha sido objeto de críticas por distribuir videos y noticias en los EEUU sin identificar
al gobierno federal como la fuente y por pagarles a periodistas norteamericanos a promover las políticas de la administración,
hechos que la Oficina de Responsabilidad del Gobierno ha catalogado “propaganda incubierta.”
Oficiales militares familiarizados con el esfuerzo en Irak han dicho que mucho de esto se está dirigiendo
desde “El Equipo de Operaciones de Información” en Bagdad, parte de un cuerpo multinacional comandado por el General
del ejercito John R. Vines. Los oficiales hablaron bajo la condición de anonimato porque estaban criticando el hecho y no
estaban autorizados para hablar públicamente sobre ello.
Un vocero para Vines, declinó en comentar para este artículo. Al igual que un vocero del Lincoln Group.
Uno de los oficiales dijeron que, como parte de la campaña de operaciones psicológicas que se había intensificado
en este año, el equipo también había comprado un periódico iraquí y habían tomado el control de una estación de radio, y estaba
utilizándolos para canalizar el mensaje norteamericano al pueblo de Irak. Ninguno de estos se identifica como la voz del ejercito.
El oficial no reveló cuales eran el periódico y la estación de radio bajo control norteamericano,
diciendo que revelarlos pondría a sus empleados en riesgo de ataques de la insurgencia.
La ley de EEUU prohíbe que el ejército lleve a cabo operaciones psicológicas o introduzca propaganda a
través de los medios norteamericanos. Y aun así, varios oficiales han dicho que dado la globalización de los medios a través
del Internet y de los ciclos de 24 horas de noticias, los esfuerzos del Pentágono se estaban llevando a cabo con el conocimiento
de que la prensa extranjera inevitablemente “sangra” dentro de los medios occidentales y ejercen influencia en
los medios norteamericanos.
“Ya no hay forma de separar los medios extranjeros de los domésticos. Esas líneas definidas ya no
existen,” dijo un contratista privado que hace operaciones de información para el Pentágono.
Daniel Kuehl, un experto en operaciones en la Universidad Nacional de Defensa en Ft. McNair en Washington,
dijo que no creía que introducir artículos en los medios iraquíes era errado. Pero si cuestionó si la práctica ayudaría a
revirar al público iraquí contra la insurgencia.
“No creo que haya nada malvado ni inmoral en ello,” dijo.”Solo me pregunto si será efectivo.”
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Traducción para Cubadebate: Isabel Perea.